miércoles, julio 30, 2008

La envidia.

Siempre he presumido de no ser un tipo envidioso, o al menos no tener envidia de "la mala".
Eso creia yo hasta ayer. Tenia un sueño y un aburrimiento tal en el trabajo que empezaba a barajar la posibilidad del suicidio, así que me asome un rato a la ventana de mi oficina para tratar de despejarme un poco.

Cuando mire hacia abajo ¿que vi? Pues esto:


Ni que decir tiene que en ese preciso momento supe lo que realmente es la envidia, corroyendome por dentro. Este menda se paso mas de dos horas en los dulces brazos de Morfeo, a la sombrita; eso si, en medio del tráfico infernal de la Diagonal de Barcelona. Afortunado el que puede.

Salud.

3 comentarios:

..·: Anita :·.. dijo...

Mmmh... que ya no nos cuentas nada? desde este post hace mucho que no apareces...

Anónimo dijo...

Con el debido respeto... eso también es indecente. Usted tiene trabajo, hágalo y no se queje, que otros no tienen otra opción más que dejar pasar las horas durmiendo.

Xibirú dijo...

Manda narices....