jueves, septiembre 14, 2006

El metro de Barna

Como llevamos dos dias con unos aguaceros del copon, he decidido ir al trabajo en metro.
No soy demasiado amigo del transporte publico, porque lo encuentro incomodo, lento y, sobre todo, congestionado. Supongo que el hecho de ir en moto desde hace un monton de años tendra algo que ver. El caso es que he dejado la moto en el garage y he cogido el metro.

Lo primero, nada mas pasar por la entrada, me ha caido un chorreton de agua en el hombro, que me ha manchado mi linda camiseta kukuxumusu. Acto seguido, he bajado la escalera a todo correr, porque me encanta ver como se van los trenes de la estación (ironia). Resulta que donde yo vivo, la linea de metro es una de estas de medio juguete y he tenido que esperar mas de 10 minutos al siguiente tren.

Cuando ha llegado, evidentemente estaba bastante lleno. Son seis paradas aguantando el griterio de unos niños, camino del cole, empujones para llegar a la puerta, dos tipos hablando con un volumen mas que alto (serian sordos, a lo mejor), etc. Llego al transbordo, puntual para ver como se va el tren, por supuesto. Despues de la pertinente espera, 20 minutos mas de viaje.

Lo mejor del transporte publico es ver el personal que lo utilizamos. Yo no puedo evitarlo y me gusta observar a la gente y lo que hace.

Es curioso que nadie mira a nadie directamente. La gente pone una mirada perdida, y mira por la ventanilla hacia el tunel, viendo pasar un muro a toda velocidad, una lucecilla fugaz y un cable pegado a la pared que hace zigzag sin orden alguno. Existe la posibilidad de ocultar tu mirada tras la lectura. Asi hay gente que lee unos tochos increiblemente gruesos, miles de periodicos gratuitos, revistas de cotilleos, apuntes de la universidad (chato, si no te lo sabes ya, afrontalo, tu examen sera un desastre) e incluso un programa de fiestas del pueblo.

Existe una version avanzada, que es el telefono movil. El individuo que juega al tetris o al pang. Otros parece que estan repasando su lista de contactos, con una pulsacion a intervalos regulares con el pulgar.

Asi vas viendo un monton de clases de personas. Que esta el colgado con pantalon de pinzas marron y una cazadora viejisima de color azul cielo, el guiri que trata de pasar desapercibido entre la poblacion, la señora de muchas primaveras que viste como una quinceañera, el tio duro con gafas de sol, la niña antisistema con los pantalones a medio culo y la mochila llena de frases del Che, que probablemente no sabe ni quien fue, el administrativo cercano a la jubilacion, con su bocata metido en una bolsa del super bajo el brazo, la chica mona con su bolso de Tous, el exagerado de turno que ya lleva abrigo de invierno, el/la que lleva su reproductor mp3
colgado del cuello, escuchando el gran exito "tsxxxkitssxiiikitsski" (curiosamente, todos escuchan lo mismo) ... y yo, en medio de todos, haciendo notas mentales para escribirlo aqui. Supongo que no dejo de ser tan raro como los demas.

Por cierto, hoy iba sentado al lado de una chica de color, muy mona ella. Me ha llamado la atención su olor. Esta chica desprendia un aroma a pan recien hecho muy agradable.
¿Existe colonia con olor a pan?

Espero que deje de llover y poder coger de nuevo mi moto.

Salud.

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